Decalogo del buen amo
1.- Quererle y sobre todo darle cariño a su perro. Lo
necesita más que cualquier otra cosa.
2.- Proporcionarle una correcta alimentación, que no
significa cara. Nunca debe faltarle el agua. Le suelen gustar las frutas y las
verduras, no sólo los huesos de chuletón.
3.- Permitirle hacer ejercicio: necesita correr en un amplio
patio o en un lugar donde pueda jugar sin peligro. No tenerle siempre atado. Si
no es posible, colocar una "cadena corredera" para que pueda moverse
en unos metros.
4.- Preparar un lugar abrigado para dormir. Los perros no
son nada sufridos, les gusta tener un lugar en su casa donde puedan recogerse
cuando llueva o haga frío.
5.- Vigilar su salud y procurarle atención veterinaria
cuando se muestre dolorido, resfriado o triste. Por supuesto, vacunarle contra
la rabia y otras enfermedades.
6.- Mantenerle limpio y aseado. No bañarle demasiado, pero
sí cepillarle con regularidad.
7.- Enseñarle a obedecer y a ayudar, le gusta aprender y
demostrar su inteligencia. Este proceso debe hacerse con paciencia y cariño,
nunca con golpes o a gritos.
8.- Tratarle justamente, no hacerle pagar culpas ajenas ni
descargar sobre él el mal humor, tratar de comprenderle, aunque a veces cueste,
y no olvidar que el ser racional es el amo.
9.- Evitar que le roben o se pierda por la calle. Ponerle
cuanto antes un microchip que certifique su propiedad.
10.- No abandonarle jamás. Si algún motivo insuperable
obliga a separarse de él, buscar quien le quiera, pero antes que dejarlo en
malas condiciones o echarlo a la calle, es preferible administrarle una
inyección letal.
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